La pandemia a nivel internacional

En el mapa que mostramos a continuación se exhiben todos los casos de coronavirus que se han registrado a nivel internacional. Esto es, número de contagiados, de víctimas mortales y de pacientes que se han podido recuperar.

Se inició en China, en concreto en la ciudad de Wuhan, pero el coronavirus se ha ido expandiendo por todo el mundo hasta alcanzar la mayoría de países del globo. Ya se han detectado más de 7,5 millones de positivos por coronavirus, que ha provocado más de 422.000 muertes.

La pandemia del COVID-19 continúa instalada en Europa, lugar donde se encuentra actualmente el epicentro del foco de contagios. En el siguiente mapa se muestra la última hora del avance del coronavirus por las diversas comunidades autónomas de España, así como el número de ingresados en la UCI y de fallecidos en cada una de ellas.

SÍNTOMAS
Un informe de la revista 'The New England Journal of Medicine', que ha recogido muestras a 1.099 pacientes hospitalizados en 30 provincias de China, ha indicado que los síntomas se presentan así: fiebre en un 89%, tos en un 68%, fatiga en un 38%, producción de esputo en un 34%, dificultad respiratoria en un 19%, dolor muscular en un 15%, dolor de cabeza y de garganta en un 14%, escalofríos en 11,5%, náuseas o vómitos en un 5%, congestión nasal en un 5% también, diarrea en un 4% y expectoración de sangre y conjuntivitis en un 1%.

Todavía no se ha desarrollado ningún fármaco concreto, aunque los pacientes están siendo tratados con medicamentos experimentales. Además, para evitar el contagio, las autoridades sanitarias aseguran que las indicaciones están relacionadas, sobre todo, con la higiene. Así, insisten en que es importante lavarse las manos con frecuencia, estornudar y toser en pañuelos desechables, mantenerse alejados de la gente que presente síntomas y evitar consumir alimentos crudos o poco cocinados.


La irrupción en el escenario internacional del COVID-19 ha tenido incalculables consecuencias, más allá de las fatalidades y otras repercusiones lamentables. La pandemia ha expuesto las vulnerabilidades del sistema internacional, así como la fragilidad intestina de los países para afrontar amenazas emergentes a la seguridad nacional, como lo son las pandemias y otros riesgos. Los agentes biológicos pueden desplazarse con tanta eficacia como lo permitan los transportes y las comunicaciones de la actualidad, ya sea a través de huéspedes u objetos. Las emergencias distantes pueden visualizarse como cuando si mira un objetivo a través de una mira telescópica –magnificación axial–, este parecerá lejano, pero cuando se baje la vista, este se encontrará ya en la puerta. La distorsión de la perspectiva impide la planeación.

La propagación acelerada de la enfermedad es una consecuencia colateral de la globalización, pero una consecuencia directa de los descuidos históricos en materia de seguridad respecto a la prevención de amenazas poco comunes, pero altamente dañinas y que pueden representar un viraje en el nudo de las coyunturas presentes. La actual contingencia puede significar un replanteamiento de muchos conflictos internacionales aunque momentáneamente desestimados mediáticamente, puesto que las poblaciones y los actores inmersos en ellos han tenido que modificar su comportamiento habitual, es decir, el grupo de brotes emergentes están moldeando muchos conflictos de diferentes intensidades que existían previamente a la enfermedad.


Los grandes desastres naturales o el surgimiento de graves amenazas a la seguridad internacional son frecuentemente variables que provocan cambios en el mapeo de las coyunturas, especialmente cuando se atraviesa un momento de alta inestabilidad y cuando la amenaza no cuenta con un epicentro, sino que ha alcanzado a todos los continentes. Hasta el momento, los conflictos internacionales y otros fenómenos ligados a la criminalidad o a la violencia han adoptado dinámicas distintas a partir de su contacto con la contingencia, las cuales divido en tres para su mejor comprensión: de distención, de gestación o de precipitación.

Hay casos en los que se percibe un enfriamiento en las tensiones o en los conflictos internacionales en sí, efecto secundario que a menudo resulta temporal debido a que los actores deben retroceder para atender las complicaciones internas. Sin embargo, cuando la coyuntura se reanuda, cambian también las condiciones originales de del conflicto, es decir, el switch off que puede tener distintas dimensiones de temporalidad o de gravedad frecuentemente ocasiona que el conflicto no vuelva a ser el mismo luego de la superación de la variable que lo interrumpió.

Realizado por: Carmen Saraí Guandique Arce

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